En prensa plegadora hidráulica La plegadora actual es el resultado de una evolución constante. Al igual que los automóviles, por ejemplo, se han convertido en medios de transporte de alta tecnología, la plegadora es hoy un concentrado de innovación tecnológica y mecánica. Y sin embargo, tanto en el caso del automóvil como en el de la plegadora, los componentes mecánicos básicos siguen siendo en gran medida los mismos que al principio. Sin embargo, con el tiempo se han ido mejorando y perfeccionando.
Para comprender las etapas fundamentales de la historia del plegado de chapa, le proponemos retroceder en el tiempo para descubrir parte de la historia de estas máquinas-herramienta históricas, imprescindibles hoy en día para nuestros clientes.
Prensas plegadoras mecánicas
Las plegadoras mecánicas siguen utilizándose en muchos talleres para realizar mecanizados marginales, a pesar de que hoy en día se consideran prohibidas desde el punto de vista de la seguridad. Por tanto, lógicamente ya no pueden ser utilizadas por el personal. En el pasado, las plegadoras mecánicas más conocidas eran las fabricadas por Mariani u Omag y se caracterizaban por un movimiento extremadamente rápido y una gran fuerza de presión.
Plegadoras hidráulicas tipo "RG" Promecam
Nacidas en Francia gracias a la intuición del franco-italiano Roger Giordano, las plegadoras hidráulicas RG Promecam son máquinas-herramienta compactas.
Su característica más evidente es el movimiento de la bancada, diferente de todas las demás plegadoras.
De hecho, aunque normalmente es la parte superior -llamada "travesaño"- la que baja, en este caso es el banco el que sube.
El movimiento se obtiene gracias al empuje de un sistema hidráulico central. Sencillas y muy fiables, prácticamente han pasado a la historia del plegado italiano, pero no sólo. Hoy en día, ya no cumplen las normas de seguridad al no disponer de punto de cambio de marcha y no estar equipadas con modernos sistemas de seguridad.
Por tanto, sólo pueden funcionar si se adaptan con kits específicos.
Se distribuyeron durante mucho tiempo y todavía hoy no es raro encontrarlos en muchos talleres que siguen funcionando; después de la Segunda Guerra Mundial, supusieron una auténtica revolución, ya que el banco impedía la flexión natural de la traviesa.
Además, como ésta era más bien baja y compacta, permitía grandes perfiles cerrados que podían "abrazar" la parte superior de la máquina.
Prensas plegadoras hidráulicas sincronizadas
Hoy en día, la prensa plegadora hidráulica sincronizada es la máquina moderna más común.
Guía el movimiento del travesaño superior mediante dos cilindros hidráulicos independientes accionados por válvulas proporcionales.
De este modo, la máquina es más versátil y permite al operario actuar sobre los dos cilindros de forma independiente para modificar el descenso del travesaño y evitar posibles irregularidades en la chapa. De hecho, a menudo ocurre que una pieza se dobla más por un lado que por otro debido a la variabilidad de la materia prima.
El control numérico de una plegadora hidráulica sincronizada es mucho más avanzado que el posicionador de la plegadora de barra de torsión.
El CNC permite al operario realizar numerosos ajustes: desde el tiempo de estacionamiento en el "punto muerto inferior" hasta la velocidad de plegado en la descompresión.
La prensa plegadora eléctrica
Desde un punto de vista cronológico, representan la última evolución de las plegadoras y, aún hoy, se consideran una solución límite para requisitos específicos.
Garantizan velocidad y repetibilidad, así como un bajo consumo de energía. Sin embargo, son menos versátiles y tienen costes mucho más elevados que las plegadoras hidráulicas sincronizadas.
Básicamente, existen dos técnicas para hacer funcionar una plegadora eléctrica: con husillos de recirculación de bolas o con correas adecuadas.
Escribe un comentario